sábado, 8 de noviembre de 2008

Resumen de la semana

Esta semana hemos aprendido como "vestir" una mesa para una ocasión especial.

Ahora pasaremos a analizar el comportamiento de "nuestros anfitriones en el programa"

Dia 1. Anfitriona: Rocio Sanchez

Menú
Entrante: Delicias de hojaldre, Paté de pimientos.
Primer plato: Ensalada de pasta.
Plato principal: Pastel de carne.
Postre: Tiramisú.

Comentarios: Aunque la decoracion de la mesa y la actuación de nuestra invitada fuera correcta, Rocio ha cometido algunos fallos a la hora se servir los platos.
Tanto las delicias de hojaldre como el tiramisú estaban quemados (muy hechos) y el pastel de carne del plato principal podia ser perfectamente un stick tartar, así que no se ajustó a su menú propuesto. Además tuvo un error de protocolo en el vino ya que volvió a cerrar la botella de tinto con su propio corcho.

Nota del programa: 2,6
Nota personal: 3

Dia 2. Anfitrión: Rafael Saucedo

Menú
Entrante: Mejillones al vino blanco, Rollitos de calabacín.
Primer plato: Ensalada de queso de cabra con alegria del bosque.
Plato principal: Solomillo de buey con salsa boletus.
Postre: Gossuá.

Comentarios: De este concursante no hay que comentar nada en especial ya que se ha ajustado a las normas de protocolo perfectamente. Cabe destacar la mala educación de los invitados por ir a "cotillear" sin el permiso del anfitrión.

Nota del programa: 4,3
Nota personal: 8

Dia 3. Anfitrión: Yolanda Fernández

Menú
Entrante: Delicias de champiñón, Chupito de la huerta.
Primer plato: Cóctel tropical en piña.
Plato principal: Barcos de berenjena.
Postre: Pastel de queso.

Comentarios: No ha sido natural en su comportamiento por la alta competitividad del concurso. Buen detalle el de reparar el plato de piña para la persona que era alérgica.

Nota del programa: 4
Nota personal: 5

Dia 4. Anfitrión: Ana Belén

Menú
Entrante: Cúpulas mayas con manjar francés, bolitas del pueblo.
Primer plato: Árboreo de murgolas.
Plato principal: Jugoso de ibérico.
Postre: Mousse de dadó.

Comentarios: El primer plato era un típico rissotto de parma (no se sabe por qué tienen que cambiar en nombre a los platos) y el jugoso de ibérico lo hizo a última hora donde tenia que precocinarlo antes ya que es una carn muy dura por sí.

Nota del programa: 4
Nota personal: 5

En general destacar el mal comportamiento de lo invitados ya que entran en dependencias y cogen objetos personales sin el consentimiento del anfitrión.

Descorchar una botella de espumoso, cava u otra bebida con gas

Si con la botella de vino hay que tener cuidado al abrirla, más lo tendremos con este tipo de botellas debido a su alto contenido en gas carbónico que poseen.

Deberemos mover la botella lo menos posible para evitar agitar su contenido y que multiplique el efecto de sus burbujas. Con cuidado retiraremos el envoltorio que suele guardar el sistema de apertura de estas botellas. Una vez retirado este envoltorio procedemos a quitar con sumo cuidado el alambre que sujeta el corcho, siempre controlando que no se nos escape el corcho.

Una vez que hayamos retirado el alambre, sujetaremos el corcho y lo giramos lentamente sin soltarlo de nuestra mano. Una vez abierta, controlando la violenta apertura inicial, seria conveniente tener una copa al lado, pues siempre suele salir un primer borbotón de la bebida, aunque hayamos tratado la botella con mucho cuidado.

Debemos valernos de nuestra propia fuerza y habilidad para quitar el corcho con el mayor cuidado posible. Si no se consume todo el contenido de la botella en ese mismo momento, es mejor que tape de nuevo la botella, para evitar la pérdida de gas. Y mejor, si la guarda en un sitio fresco (la nevera o una cubeta con hielos).

Si tenemos la botella abierta y observamos que ya no tiene “fuerza” gas (que lo ha perdido por cualquier razón) es mejor desechar esa botella y abrir otra.

Descorchar una botella de vino

En este apartado explicaremos como abrir correctamente una botella de vino. Hay que tener en cuenta que cualquiera que sea el vino hay que abrir la botella de forma correcta teniendo especial cuidado los de mayor edad (crianza, reserva, ...)


Paso 1. Con la botella en vertical remarcaremos la capsula con sumo cuidado sin mover la botella o moviendola lo menos posible para evitar remover el poso que hay en ella.


Paso 2. Una vez que hemos accedido al corcho, insertaremos el descorchador poco a poco hasta llegar al tope del tirabuzon del descorchador. Haremos una pequeña presión con la botella y tiraremos del sacacorchos hacia arriba.


Paso 3. Una vez abierta la botella, le pasaremos un paño limpio por la boca par eliminar los posibles restos de corcho que hayan podido quedar en ella. Oleremos el corcho para comprobar que las propiedades del vino se conserven intactas y no se hayan alterado.

Como se utiliza una copa. La forma correcta de beber.

Las copas, se toman en un principio por su tallo, es decir por la parte larga y fina de la copa. No se toman por el píe ya que está reservado para los expertos catadores, ni se toma por el cáliz, recipiente que contiene el líquido.

Lo correcto, antes de beber, es limpiarnos los labios con la servilleta para evitar dejar cualquier tipo de marca en la copa. Lo mismo ocurre con las manos si tenemos cualquier pequeña mancha de comida, de salsa, etc. La copa siempre debe permanecer totalmente limpia y transparente.

Después de beber, debemos realizar esta misma operación. Pasarnos la servilleta por los labios para evitar cualquier tipo de mancha en los labios.

La copa se inclina sobre los labios para tomar su contenido, pero no se sorbe de forma sonora.

Si cae algo en la copa lo mejor es pedir que nos la retiren y la cambien por otra. No se dedique a “pescar”, bien sea con los dedos o con un cubierto, el “intruso” de la copa.

Cada copa tiene su función. Si quiere tomar una determinada bebida y no tiene la copa adecuada, lo mejor es contemplar la posibilidad de solicitarla. No es muy correcto servirse el vino en la copa de champán, porque no tiene una copa de vino, o viceversa.

Servir en copa. Normas y consejos.

Las bebidas se sirven por el lado derecho del comensal. Se sirve primero a las señoras y luego a los caballeros; aunque está bien admitido, empezar por la derecha del anfitrión y servir en orden secuencial a todos los comensales. La botella nunca se apoya en la copa.

Si el anfitrión abre la botella de vino, servirá a una persona de confianza la prueba del mismo, y éste asentirá, o no, sobre la calidad del vino. En caso no haber una persona de confianza o experta en vino, será el propio anfitrión el que haga de “catador” del mismo para comprobar que se encuentra en óptimas condiciones de sabor, temperatura, etc.

En el caso de los vinos tintos, para evitar su calentamiento con la mano, se puede utilizar un cestillo o decantador para colocar la botella y servirlo.

En el caso de vinos de mucha edad, como los grandes reservas, se pueden decantar (e incluso se deben decantar) y servir. También es conveniente abrirlos con al menos una hora de antelación, para que el vino se “airee”.

Las copas no se llenan en su totalidad, sino que solamente se llenan de forma parcial. El vino: se suele llenar, aproximadamente, un tercio de la copa. En el caso de los tintos se puede servir más cantidad, pero en el caso de los blancos (que deben servirse fríos), es mejor servir poca cantidad y reponer más a menudo, para lograr tomarlo a la temperatura ideal. Lo mismo nos ocurre con el cava, la sidra y otros espumosos. Nunca llene la copa más de la mitad de ésta. Lo correcto es llenar 1/3 de la copa.

Si no deseamos que nos sirvan una determinada bebida, se lo haremos saber a la persona que nos sirve de forma verbal, pero no taparemos la copa como señal de negativa. No es una forma demasiado correcta. No se levanta la copa de la mesa para servir.

Si hablamos de licores y otras bebidas, las proporciones a servir varían en función del tipo de bebida y el tamaño de la copa o vaso.

El coñac, se sirve en una amplia copa, llenando, de forma aproximada, un quinto de la capacidad de la copa.

Los licores, se suelen tomar en lo que conocemos como vasos de “chupito”, lo que supone un trago corto. Estos vasitos se suelen llenar en su totalidad.

En el caso de otras bebidas, ginebra, vodka, whisky, etc. así como cócteles y otros combinados, las medidas de llenado son muy variables en función del tipo de bebida, tipo de vaso y complementos que lleve la misma (hielos, fruta, etc.).

No podemos olvidarnos de un detalle importante. Las bebidas nunca deben estar servidas antes de sentarnos a la mesa. Siempre se deben servir cuando los comensales están sentados a la mesa. En el caso del agua, se puede servir, antes de que lleguen los alimentos a la mesa, pero el vino y el resto de bebidas, se suele servir cuando ya están los alimentos en la mesa. No es una norma que se cumpla muy amenudo, pero es lo que marca el protocolo más estricto.

Como se utilizan los cubiertos. Forma correcta de utilizarlos.

Basándonos siempre en personas diestras (los zurdos aplicarán la posición inversa), los cubiertos son fáciles de usar.

La cuchara: se utiliza con la mano derecha siempre. Su uso está limitado a sopas, consomés y alimentos líquidos, así como purés, cremas y otros alimentos pastosos. Se toma con los dedos índice, anular y pulgar.

El tenedor: si se utiliza solo, se usa con la mano derecha, al igual que la cuchara con los dedos índice, pulgar y anular. Si se utiliza acompañado del cuchillo, se utiliza con la mano izquierda. El tenedor sirve para pinchar o recoger los alimentos, así como soporte de ayuda con el cuchillo para cortar alimentos. También sirve para trocear alimentos blandos como verduras, huevos, etc.

El cuchillo: se utiliza siempre con la mano derecha y en compañía del tenedor. Se utiliza para cortar alimentos, y nunca se lleva a la boca. Se utiliza con los dedos índice y pulgar. El índice hace un poco de fuerza sobre el cuchillo para trocear los alimentos (por la parte opuesta al filo).

Una vez que hemos utilizado un cubierto nunca vuelve al mantel ni se deposita en otro sitio que no sea el plato. Para hacer una pausa dejaremos los cubiertos apoyados sobre el plato cada uno en su correspondiente lado.
Si hemos terminado el plato, dejaremos los cubiertos juntos en paralelo, sobre el plato, en la posición de las cuatro y cuarto o cuatro y veinte, el tenedor con las puntas hacia arriba, el cuchillo con el filo hacia adentro (apuntando al interior del plato) y en el caso de la cuchara, con la concavidad hacia arriba.
En el caso de que un cubierto se caiga al suelo, lo mejor es solicitar otro pero no limpiarlo con la servilleta, el mantel o cualquier otro elemento.

Los cubiertos propios nunca se utilizan para “acceder” o tomar alimentos de recipientes comunes (bandejas, ensaladeras, salseras, etc.). Cada uno de estos recipientes debe contar con sus propios cubiertos para el servicio común de los comensales.

El ritmo de la comida.

Todos hemos sufrido alguna vez la ocasión de estar en un evento comiendo o cenando, y a veces no nos dejan disfrutar de la comida y de la conversación de los comensales ya que nos retiran los platos con demasiada prontitud. En este apartado observaremos el correcto ritmo que hay que llevar durante la comida.

Establecer un buen ritmo para una comida, es tan importante como cualquier otro aspecto de la misma (vajilla, cubertería, cristalería, un buen menú, etc.). No es una competición contra reloj para ver quién acaba el primero.

Si somos los anfitriones deberemos estar atentos al ritmo que llevan nuestros invitados. Serviremos y retiraremos los platos cuando la mayoría de nuestros comensales hayan terminado. Retiraremos el plato y sacaremos el siguiente sin dejar un espacio de tiempo demasiado prolongado entre ellos.

El ritmo no debe ser siempre constante, ya que variará en función del momento y del plato que sirvamos. Llevar un ritmo adecuado hará que nuestros comensales disfruten más de nuestra velada.

Servir a los comensales. Orden del servicio.

Si hay personal de servicio, ellos mismos serán los encargados de servir. Siempre se servirá por el lado izquierdo cuando se trate de fuentes, y por el lado derecho cuando viene emplatado. Se retiran siempre por la derecha. Lo mismo ocurre, si el anfitrión o anfitriona sirven a los comensales. Nunca se deben utilizar los propios cubiertos para servir sino que se acompañarán unos a la propia fuente.

Si no deseamos que nos sirvan de un determinado plato (cosa que no deberíamos, hacer, pues lo correcto es comer de todo, aunque solo sea una cantidad simbólica) lo haremos saber de forma verbal, pero no podemos “tapar” el plato con la mano para indicar esta negativa.

Al igual que en el caso de las bebidas, se suele servir primero a las señoras y luego a los caballeros aunque en ambientes más familiares solemos decantar por servir de forma secuencial, empezar por los más mayores de la mesa, generalmente nuestros abuelos o los parientes/amigos de mayor edad, y acabar por el más joven.

El orden de servicio de los platos suele ser de menor a mayor. Es decir de más suave a mayor sabor. Por eso se suele servir una crema, sopa o ensalada, un plato de pescado y por último uno de carne.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Como se come... ¿manos o cubiertos?

Aunque este apartado parezca que no necesita comentarios es necesario hacer incapié en él ya que mucha gente confunde cuando utilizar los cubiertos y cuando no.

Los aperitivos y los canapés, se cogen con la mano y se comes de un sólo bocado. Es conveniente tener en la otra mano una servilleta.

El marisco generalmente se come con la mano auxiliados por unas tenazas para romper las partes duras del mismo. Si el marisco viene preparado se utilizarán, en este caso, los cubiertos del pescado.

Las ostras se toman con el tenedor especial para tal menester. En caso de no poseerlo utilizaremos el tenedor de postre o uno de tamaño similar.

Otros alimentos con conchas como mejillones, almejas, etc. Se tomaran con tenedor. Aunque parezca mentira sólo se podrán comer directamente de su concha si éstos vienen en crudo o al vapor.

El caviar se servirá sobre una rebanada de pan untada con mantequilla y se utilizará una cucharilla para poner una pequeña cantidad sobre ella sin aplastarla o extenderla como paté.

El paté se suele untar con un cuchillo pequeño, plano y sin filo, especial para estos tipos de alimento o similares como la mantequilla.

Las angulas normalmente se sirven en cazuelita de barro y se toman con un tenedor de madera.

El jamón ibérico se toman en lonchas finas y con un poco de grasa intramuscular para que el bocado sea más sabroso.

El pavo o cualquier otro alimento similar (pato, capón, etc.). Primero tendremos que trincharlo separando las alas y cortándolas. Luego pasaríamos a las patas realizando la misma operación. Terminaríamos fileteando la pechuga y el resto del cuerpo.

Cordero o lechazo. A diferencia de las aves, su trinchado no lleva orden riguroso. Se realiza de forma aleatoria y se comen con cubiertos tradicionales.

Cochinillo. Aunque se cuenta que hay que partirlo con un plato utilizaremos el tenedor y cuchillo para comerlo.

Gambas y langostinos, gambones etc. Se utilizarán los cubiertos.

Los caracoles, bígaros etc. Se toman con un pequeño ganchito para extraer el "bicho".

El besugo, merluza o cualquier otro pescado. Se utilizarán los cubiertos de pescado (tenedor de pescado y pala).

Lombarda o cualquier otra verdura. Se tomaran con el tenedor al menos que noo vaya acompañando a otro alimento que necesite el cuchillo.

Los pasteles salados (cabracho, salmón, etc.) Se toman con tenedor.

El resto de alimentos se utilizan los cubiertos habituales, tenedor y cuchillo.

Elección de los platos. Menú equilibrado.

Lo primero que debemos saber es con cuanto presupuesto dispondremos para confeccionar el menú y a partir de ahí empezaremos a realizar nuestra lista. Calcularemos la cantidad de alimento dependiendo del número de comensales que acudirán a nuestro evento.
A la hora de confeccionar el menú tendremos en cuenta las posibles excepciones que puedan tener nuestros invitados (los abuelos no pueden comer tal cosa o tal otra, parientes enfermos, etc.). Siempre hay que contar con un plato alternativo para estas personas.

Comenzaremos por un aperitivo ligero (nuestra intención es estimular el hambre y no matarlo). Lo podemos servir fuera de la mesa si poseemos un lugar espacioso. Continuaremos por el primer plato del menú propiamente dicho. Éste plato suele ser un plato ligero como sopa, ensalada, entremés, etc. Pasaremos a continuación con el segundo donde suele ser un plato de pescado o algo similar y terminaremos por un tercero que será de carne. Finalizaremos nuestro menú con el postre (opcional) donde será algo ligero que nos haga recordar nuestra velada.

A la hora de confeccionar el menú hay que seguir una serie de puntos básicos:
Punto 1. Hay que tener cuidado de no repetir ingredientes similares en platos distintos. Por ejemplo acompañar con la misma salsa dos platos distintos.
Punto 2. Debemos cuidar que dos platos no lleven el mismo ingrediente base. Por ejemplo poner un pastel de merluza de primero y una merluza rellena de segundo.
Punto 3. Hay que procurar que los platos de un menú no tengan el mismo tipo de cocinado. Por ejemplo, un pescado a la parrilla y una carne, también a la parrilla.
Punto 4. Hay que procurar que los platos sean acordes a la época del año. Evitar platos fríos, más propicios del verano, en el invierno.
Punto 5. Para ganar calidad en el menú, debemos tratar de utilizar productos frescos y de temporada.
Punto 6. Hay que calibrar la calidad de los platos, para que todos guarden cierta uniformidad. Por ejemplo, poner un pescado excelente y una carne muy mala. Es mejor equilibrar calidades y poner un pescado de calidad intermedia y una carne también de calidad similar.
Punto 7. En cuanto a las cantidades hay que contar con un comensal más por cada cuatro comensales para calcular las raciones y no quedarnos cortos.
Punto 8. Si no tenemos ayuda, debemos elegir recetas que se puedan servir con facilidad sin demasiadas exigencias de última hora. Descartar platos que tienen unas características muy especiales y que solo se pueden hacer al momento prácticamente.
Punto 9. Si queremos llegar a un alto nivel de sofisticación, cada plato deberá llevar una presentación (decoración) totalmente diferente del anterior.
En cuanto a composición, colorido, etc. (Esto es para los muy exigentes.)
Punto 10. Los sabores deben ir de suaves a fuertes a lo largo de la comida. Poner un sabor fuerte previo a uno más suave, puede dar lugar a que no se aprecie en su correcta medida.
Punto 11. Los vinos y resto de las bebidas tienen que ir acordes a los platos que vamos a degustar.

Para saber bien la cantidad de vino del que debemos disponer, hay que calcular una botella de vino por cada dos o tres comensales.

El regalo como elemento social

El regalo se ha convertido, en nuestros días, de una gran importancia tanto en el campo personal como en el profesional. Regalar es una actividad intensa en la que no sólo disfruta quien recibe el regalo sino, también, el que lo realiza.

El regalo es una muestra de agradecimiento, de cariño, de cordialidad hacia la otra persona. Al igual que se hace de la palabra un lenguaje más cercano y formal, el regalo debe ser el adecuado para cada ocasión. A la hora de regalar tendremos que están muy acorde con los gustos de la persona para no dar el "patinazo" ya que podría convertir una agradable velada en un evento muy poco cordial en sólo un momento. Hay que tener en cuenta, también, que el regalo suele perdurar en el tiempo, y por lo tanto puede generar un buen recuerdo del momento y de la persona.

El regalo debe combinar unas cuantas características básicas para no dar la nota con él. El precio debe ser razonable. El gusto deberá estar acorde a la persona destinataria. El exterior del regalo es de suma importancia ya que puede decir mucho del contenido del mismo y de la persona que lo remite. El cuidado del aspecto exterior es vital importancia ya que nos dice mucho de la persona que nos lo regala. Añadir valor a un regalo es añadirle un buen envoltorio.

Los regalos se abren en el momento en que se entregan, lo que denota interés y es una forma de agradecimiento hacia la persona que nos lo regala. Si la persona no está presente en ese momento podremos agradecérselo de forma formal con el envió de una carta de agradecimiento, o de forma informal vía telefónica si poseemos una mayor confianza con ella.

En resumen, el regalar es todo un arte y como tal hay que praticarlo, perfeccionarlo y, si cabe, mejorarlo. Nunca rechacemos consejos de los profesionales.

Decorar la mesa. Elementos ornamentales.

La mesa admite múltiples elementos para su decoración, siendo los más utilizados los centros de flores, o frutas y los candelabros, entre otros. También se lleva mucho un cuenco con agua, u otro líquido, y flores flotando acompañado por alguna pequeña vela flotante.

Ante todo, el centro, si es de flores, no debe desprender mucho olor y al igual que cualquier otro centro no debe ser alto e “incomunicar” a los comensales. Los centros deben dejar libre el campo de visión entre los invitados y no deben ocupar demasiado sitio en la mesa, dejando espacios reducidos para colocar los servicios de salseras, especias, juegos de vinajeras, etc. La decoración debe ser elegante, discreta y nunca tiene que ser un estorbo.

En el caso de utilizar candelabros o algún tipo de vela en cualquier otro soporte, solo debe utilizarse para cenas y nunca para los almuerzos.

Si la mesa es redonda, se recomienda utilizar un centro redondo. Y si es rectangular, uno o varios centros rectangulares, dependiendo de la longitud de la mesa. Los centros deben ser proporcionales al tamaño de la mesa.

En cuanto al doblado artístico de servilletas, no es una cosa demasiado elegante, pero queda original en ocasiones especiales.

La cristalería. Orden de colocación de las copas.

A la hora de colocar las copas, tenemos que haber pensado las bebidas que se van a servir a lo largo de la comida. Habitualmente, se suele colocar simplemente una copa de agua, a la izquierda y una copa de vino, a su derecha. Siempre colocadas en la parte superior frente al plato.

Podemos optar por colocar, una copa de agua, una de vino tinto, una de vino blanco y la copa de cava. Son suficientes para una mesa elegante.

El orden de las copas suele ser: copa de agua, de vino tinto, de vino blanco y de cava.

Las copas se sitúan frente al plato, y se pueden colocar en una hilera recta, en diagonal respecto al plato, o haciendo una pequeña elipse (curva).

Es recomendable utilizar cristal transparente y con poca talla, para hacer más elegante nuestra mesa.

Los cubiertos. Distáncias y consejos.

La regla básica a aplicar la colocación de los cubiertos, es sencilla. Se irán colocando en la forma en que se vaya utilizando quedando en el exterior los primeros a usar y en el interior los últimos.

Además de tener en cuenta la regla básica dada anteriormente hay dos formas de aprender a utilizar los cubiertos.
Forma n.1 Es observar como lo hacen el resto de los comensales
Forma n.2 Es preguntar. "El que pregunta aprende" es un dicho muy apto para estos casos. Es mejor preguntar que hacer el ridículo o pasarnos de listos.

El cuchillo y la cuchara se ponen a la derecha del plato y el tenedor a la izquierda. Siempre con el mango hacia abajo y el filo del cuchillo mirando al plato.

En el caso de disponer de más cubiertos como los de pescado, la disposición sigue las mismas reglas anteriores teniendo en cuenta el orden de servicio de los platos. Es decir, si hay un pescado antes de la carne, estos cubiertos deben estar más hacia el exterior que los cubiertos de la carne. Y lo mismo nos ocurre si tenemos más de una cuchara.

Si hay cubiertos “extraños”, éstos se suelen situar siempre a la derecha del comensal.

En el caso de disponer de los cubiertos de postre en la composición inicial de la mesa, se ponen en la mesa frente al plato, entre los platos y las copas, en sentido perpendicular. Se pone una cucharilla, un tenedor y un cuchillo de postre. La cucharilla y el cuchillo con el mango hacia la derecha y el tenedor con el mango hacia la izquierda.

La vajilla. ¿Cuantos poner?

Los platos es uno de los elementos estrella a la hora de componer una mesa. No hay que restarle importancia a los cubiertos y la cristalería.

Colocar una elegante vajilla, va a decir mucho de nosotros. Debemos elegir una buena vajilla, de diseño clásico, y a ser posible, de porcelana.

El diseño elegido, debe ser acorde al resto de los elementos de la mesa. Es decir, no podemos poner una vajilla muy clásica, con una cristalería super moderna. Hay que tratar de ser uniformes.

Generalmente, se colocan un plato llano y un plato hondo, como servicio básico. Recuerde, que nunca se pone un plato hondo directamente en la mesa; siempre tiene que llevar un plato llano de base.

Para empezar podemos elegir unos elegantes bajo platos, que nos sirvan de base y decoración para la mesa. En función de como vaya a poner la mesa puede optar por unos lisos y clásicos o por algún otro más atrevido. Los materiales pueden ser muy diversos, pero entre los más elegantes están los de metal (plata, alpaca, etc.) y porcelana.

Sobre este bajo plato, pondremos un plato llano; sobre él, un plato hondo (si vamos a servir una sopa de pescado, una crema o algún alimento que requiera de un plato hondo). El plato hondo es opcional, sino vamos a poner un alimento que lo requiera (se puede poner simplemente para composición de la mesa y retirar al empezar a comer). Pero si no vamos a utilizarlo, y para evitar trabajo, podemos optar por colocar el plato llano, y sobre él un plato más pequeño de aperitivo, que nos luce muy bien decorativamente y nos sirve de protección para el plato llano, en el caso de tomar unos aperitivos, migas de pan al untarnos un poquito de mantequilla, etc.

Luego a la izquierda de las copas, ponemos un platillo pequeño, que puede ser de metal o de porcelana, para colocar un bollito de pan. Si ponemos mantequilla para untar, es conveniente poner en el platillo un pequeño cuchillo plano para untar.

A lo largo de la comida, todas las piezas que utilicemos (soperas, bandejas, ensaladeras, fuentes, etc.) deberán ser de la propia vajilla. En caso de no serlo, deberán combinar lo mejor posible con ella.

Vistiendo la mesa. Consejos.

Comenzaremos por dar unos consejos de como colocar la mesa antes de pasar a lo que es el menú del evento.

Lo tradicional es optar por un mantel blanco, color marfil o algún tono muy suave. En cuanto al estilo, color o estampado existen en el mercado cientos de opciones y no se puede concretar en uno concreto. Solo tenga en cuenta su buen gusto y la combinación de los otros elementos que van a conformar la mesa.

El mantel debe cubrir por completo la mesa, y colgar un tercio de la distancia que hay entre la mesa y el suelo. Para proteger la mesa de golpes (y amortiguar el ruido), objetos calientes o derrame de algún líquido es conveniente colocar entre la mesa y el mantel algún tipo de protector o muletón que será de mucha utilidad.

El mantel debe estar perfectamente limpio, en buen estado de conservación (sin roturas, hilos sueltos, etc.) y debe guardar cierta sintonía con el resto de elementos que van a componer la mesa.

Las servilletas, deberán ser de la misma mantelería, para guardar cierta sintonía con todo el conjunto. Deberán ser grandes, de al menos 40 cms. de lado (si son mayores mejor), evitando las servilletas pequeñas que no deben ser utilizadas en mesas de comedor. Las servilletas pequeñas se suelen reservar para los juegos de café o té, para una merienda, etc. pero no para mesas formales.

La servilleta se coloca a la derecha o izquierda del plato, indistintamente, e incluso, doblada encima del plato. En ocasiones especiales, como Navidad, se puede optar por hacer algún doblado especial a las sevilletas (pero nunca lo haga en comidas formales, debe reservarlo únicamente para el ámbito familiar)

martes, 4 de noviembre de 2008

Esta semana

Esta semana explicaremos como montar correctamente la mesa para recibir a nuestros invitados. También analizaremos el comportamiento de los invitados del programa de Antena3 "ven a cenar conmigo" y observaremos la calidad de anfitrión que ha tenido cada uno de ellos. Esta semana contaremos con la colaboración de Rocío, Ana Belén, Rafa y Yolanda, "todos unos expertos gastrónomos y anfitriones" o eso creen. Ya lo veremos a lo largo del programa.