
El regalo es una muestra de agradecimiento, de cariño, de cordialidad hacia la otra persona. Al igual que se hace de la palabra un lenguaje más cercano y formal, el regalo debe ser el adecuado para cada ocasión. A la hora de regalar tendremos que están muy acorde con los gustos de la persona para no dar el "patinazo" ya que podría convertir una agradable velada en un evento muy poco cordial en sólo un momento. Hay que tener en cuenta, también, que el regalo suele perdurar en el tiempo, y por lo tanto puede generar un buen recuerdo del momento y de la persona.
El regalo debe combinar unas cuantas características básicas para no dar la nota con él. El precio debe ser razonable. El gusto deberá estar acorde a la persona destinataria. El exterior del regalo es de suma importancia ya que puede decir mucho del contenido del mismo y de la persona que lo remite. El cuidado del aspecto exterior es vital importancia ya que nos dice mucho de la persona que nos lo regala. Añadir valor a un regalo es añadirle un buen envoltorio.
Los regalos se abren en el momento en que se entregan, lo que denota interés y es una forma de agradecimiento hacia la persona que nos lo regala. Si la persona no está presente en ese momento podremos agradecérselo de forma formal con el envió de una carta de agradecimiento, o de forma informal vía telefónica si poseemos una mayor confianza con ella.
En resumen, el regalar es todo un arte y como tal hay que praticarlo, perfeccionarlo y, si cabe, mejorarlo. Nunca rechacemos consejos de los profesionales.
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