viernes, 7 de noviembre de 2008

Elección de los platos. Menú equilibrado.

Lo primero que debemos saber es con cuanto presupuesto dispondremos para confeccionar el menú y a partir de ahí empezaremos a realizar nuestra lista. Calcularemos la cantidad de alimento dependiendo del número de comensales que acudirán a nuestro evento.
A la hora de confeccionar el menú tendremos en cuenta las posibles excepciones que puedan tener nuestros invitados (los abuelos no pueden comer tal cosa o tal otra, parientes enfermos, etc.). Siempre hay que contar con un plato alternativo para estas personas.

Comenzaremos por un aperitivo ligero (nuestra intención es estimular el hambre y no matarlo). Lo podemos servir fuera de la mesa si poseemos un lugar espacioso. Continuaremos por el primer plato del menú propiamente dicho. Éste plato suele ser un plato ligero como sopa, ensalada, entremés, etc. Pasaremos a continuación con el segundo donde suele ser un plato de pescado o algo similar y terminaremos por un tercero que será de carne. Finalizaremos nuestro menú con el postre (opcional) donde será algo ligero que nos haga recordar nuestra velada.

A la hora de confeccionar el menú hay que seguir una serie de puntos básicos:
Punto 1. Hay que tener cuidado de no repetir ingredientes similares en platos distintos. Por ejemplo acompañar con la misma salsa dos platos distintos.
Punto 2. Debemos cuidar que dos platos no lleven el mismo ingrediente base. Por ejemplo poner un pastel de merluza de primero y una merluza rellena de segundo.
Punto 3. Hay que procurar que los platos de un menú no tengan el mismo tipo de cocinado. Por ejemplo, un pescado a la parrilla y una carne, también a la parrilla.
Punto 4. Hay que procurar que los platos sean acordes a la época del año. Evitar platos fríos, más propicios del verano, en el invierno.
Punto 5. Para ganar calidad en el menú, debemos tratar de utilizar productos frescos y de temporada.
Punto 6. Hay que calibrar la calidad de los platos, para que todos guarden cierta uniformidad. Por ejemplo, poner un pescado excelente y una carne muy mala. Es mejor equilibrar calidades y poner un pescado de calidad intermedia y una carne también de calidad similar.
Punto 7. En cuanto a las cantidades hay que contar con un comensal más por cada cuatro comensales para calcular las raciones y no quedarnos cortos.
Punto 8. Si no tenemos ayuda, debemos elegir recetas que se puedan servir con facilidad sin demasiadas exigencias de última hora. Descartar platos que tienen unas características muy especiales y que solo se pueden hacer al momento prácticamente.
Punto 9. Si queremos llegar a un alto nivel de sofisticación, cada plato deberá llevar una presentación (decoración) totalmente diferente del anterior.
En cuanto a composición, colorido, etc. (Esto es para los muy exigentes.)
Punto 10. Los sabores deben ir de suaves a fuertes a lo largo de la comida. Poner un sabor fuerte previo a uno más suave, puede dar lugar a que no se aprecie en su correcta medida.
Punto 11. Los vinos y resto de las bebidas tienen que ir acordes a los platos que vamos a degustar.

Para saber bien la cantidad de vino del que debemos disponer, hay que calcular una botella de vino por cada dos o tres comensales.

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