A continuación daré unas reglas básicas para realizar esta tarea de forma correcta.

Aunque en una casa particular, salvo excepciones, el aperitivo y la cena se realizan en el mismo lugar. Si por casualidad realizasemos el aperitivo en otra sala a la hora de sentarse a la mesa para la cena, se realizaría de la siguiente manera:
En primer lugar deberán entrar en la sala donde dará comienzo el ágape, la anfitriona del brazo del invitado de mayor importáncia, luego entrarían el resto de mujeres seguidas por los caballeros y cerrando la entrada sería el anfitrión del brazo de la invitada de mayor importáncia.

Siempre hay que empezar a servir por la mujer de mayor rango, que ocupará el asiento de la derecha de nuestro anfotrión. Luego se continuarán por el resto de señoras o señoritas hasta llegar a la anfitriona. Acto seguido, se comenzará por los caballeros siguiendo la misma regla, primero al caballero de mayor rango, que deberá estar a la derecha de la anfitriona, y seguir sirviendo al resto de los caballeros hasta llegar al anfitrión.
Una vez servido todo el mundo, son los anfitriones los que marcan el comienzo del almuerzo o la cena y son, también, los encargados de marcar el ritmo que llevará ésta. Siempre deberán estar atentos a todos sus comensales para poder llevar un ritmo adecuado.
Recuerde que la comida siempre hay que servirla por el lado izquierdo del comensal (salvo los platos emplatados que se realizarán por la derecha). Los platos deberán ser retirados, tras su finalización, por el lado derecho del comensal y todos los elementos como vajilla, cubertería y cristalería deberán ser llevados a la cocina y no dejarlos amontonados en el carrito de servicio.
Los anfitriones serán los que deban estar atentos a las necesidades de sus invitados de forma que no les falte nada (pan, salsa, bebida, etc.)
Si los invitados fueran muchos, solicite la ayuda de algún íntimo amigo para esas "labores de servicio". No deje que sean sus invitados los que realicen esa acción. Si son los própios invitados los que se ofrecen para tal menester, agradezca su cooperación pero rechace la invitación ya que sería toda una falta de educación el que los comensales se levantasen de la mesa para ir a por el utensilio que les haga falta.

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